«Si la posición no tiene equilibrio y estabilidad al utilizar las técnicas para la defensa y los ataques, se rompe naturalmente la eficacia de éstas.
Es necesario, por tanto, una forma correcta y racional para no romper el debido equilibrio en cada circunstancia…» (“La dinámica del Karate” de Masatoshi Nakayama).
La posición de los pies en Karate manda en la forma del cuerpo inferior, la cual debe ser correcta, para que pueda tener la técnica eficacia, precisión, velocidad máxima, armonía y fuerza. Y, al mismo tiempo, el cuerpo superior, sobre todo la espalda, debe de estar recto y vertical al suelo y bien asentado sobre la cadera.
Un golpe fuerte y eficaz nace solamente de una forma firme y estable, pero dicha forma debe adoptarse únicamente en el momento de realizar la técnica y no debe mantenerse mucho tiempo, pues privaría de libertad al siguiente movimiento.
Requisitos para una posición adecuada
Por todo lo enumerado. Hay que saber qué músculos se necesitan para ejecutar cada técnica, al igual que es necesario que la postura del todo el cuerpo se aúne en una buena estabilidad y armonía como base de la posición correcta. Es decir, para poder realizar una buena técnica hay que conjuntar los pies, las piernas, el tronco, los brazos y las manos, cooperando y actuando todos ellos al unísono, trabajando únicamente los músculos necesarios en cada caso, quedando el resto relajados, según la intensidad o las circunstancias. Por eso se rompe la forma cuando se utilizan los músculos que no son necesarios o se añade la fuerza al movimiento inadecuadamente, rompiendo la debida cooperación entre músculos y resultando una ejecución de la técnica sin poder concentrar adecuadamente la fuerza.
(Extracto del libro “La dinámica del Karate” de Masatoshi Nakayama)